Un títere es feliz hasta que descubre que su corazón es la mano de otra persona (Pt1)


Por Takeko Jones

Abrí los ojos hoy de mañana y ahora solo quiero cerrarlos, volver a dormirme para soñarnos.

Aquellas silabas de tinte rosa fosforescente manipulaban los labios de Anja Lamadrid con su todopoderoso hechizo cliché. Qué fuertes son las palabras fáciles. Era la veinteava vez  durante la mañana que Anja se había atrapado a sí misma con esa frase chiclosa hilándose en su boca. Estaba hipnotizada con ella, o peor aún, parecía que aquellos seis verbos que trataban torpemente de aliarse en un pensamiento romántico la ilusionaban. Funcionaba a la perfección.

Anja,  a sus 17 años y diez meses, contaba con bastante  más kilometraje sexual de lo que los padres de familia de la Asociación por las Buenas Costumbres de la Comunidad habrían podido aceptar sin antes enviarla a un reformatorio, un convento, o alguna institución similar en sus métodos correccionales pero con un nombre menos tosco para tener el aval de los sicólogos sociales. 

A pesar de haber recorrido cientos de metros de las más diversas pieles humanas, Anja solo convivía íntimamente con un terror patológico. Una desfigurada paranoia por cualquier sensación que osara pasar el claro límite de la excitación. Una paranoia que consideraba una sana medida contra algo más demoniaco que su enfermedad mental. 
La frontera estaba muy bien vigilada, con muros cubiertos de rosales espinosos, torres preparadas con catapultas de fuego griego, escudos satelitales de última generación israelíes, trincheras con morteros de largo alcance y sabuesos que emanan gas mostaza de sus fauces. El límite hacia una tierra hostil donde no se expiden visas de turista, ni de residencia, solo de negocios, y por una noche y para una sola ciudad, la de su propio placer.

Cuando era más chica y se enteró que existían heridas invisibles fue algo insólito para ella. Fantasmagórico. El daño físico es visible y por tanto reparable.  Una rodilla raspada  es igual a una curita de Hello Kitty o un dolor muscular es trabajo para una pasada de Voltaren. Al comienzo le pareció un simple engaño, una artimaña, como el cuento  del Cuco que saldría por debajo de su cama cuando se portaba mal. Por tanto, en su cabeza, el alma y el corazón caían en el mismo casillero de ficción que esos cuentos de hadas que siempre mencionaban esos artificios embusteros para hacer que los personajes hagan estupideces sin razón lógica aparente.

Pero al  convertirse en testigo presencial de que aquel extraño fenómeno atacaba a su adorada hermana mayor, convirtiéndola en una criatura llena de mucosa e ideas suicidas,  comenzó a preocuparse de verdad: Las invasiones de zombis sí existen.

Una macabra realidad, proveniente de un castigo divino mucho peor que cualquier peste de langostas o inundaciones. Desde el momento en que comenzó a encontrar cartas de su hermana escritas en sangre para su ex novio, se negó rotundamente volver a la Iglesia. Cada domingo se defendía con manos y dientes para no asistir a la misa evangélica. Sus padres no comprendían ese cambio súbito. Sus dos hijas estaban desvariando y una sin razón aparente. Incluso llegaron a considerar que alguna influencia paranormal se haya apoderado de Anja. Se oponía con tanta rabia que incluso pensaron en recurrir al exorcista de la iglesia o a un famoso tele chamán para controlar la situación. 
El razonamiento de Anja era simple: Si Dios es Amor, como profesaban en la Iglesia, ella no quería tener nada que ver con él, después de presenciar al ente en el que convertido a su pobre hermana después de mandarle a uno de sus experimentos hechos a su imagen y semejanza. Sin duda, la influencia paranormal la tenían ellos, pero en lugar de llenarle los bolsillos a un charlatán vende-pócimas, ella sabía que solo una bala de plata podría salvarlos del sufrimiento y eso estaba fuera de sus planes de niña de nueve años. Así que prefirió alejarse de todos pero vigilarlos tan de cerca como debe hacerse con un enemigo mortal.  

No podía entender que existiera un arma tan inhumana que torturara a la gente desde sus entrañas de manera tan incontrolable. Lo peor de todo era que no solo provocaba sufrimiento sino que además se camuflaba como algo maravilloso. Era un simpático gusano de seda de grandes ojos dulces que vivía cómodamente en tu interior hasta que de repente te desgarraba el estomago desde adentro como un alien desquiciado. Era simplemente maquiavélico. 

Lo terminó de comprender a los diez años cuando su madre le explicó porque Papi se iba de casa y porque solo lo vería los fines de semana. Durante los siguientes meses cuando veía a su madre llorar a escondidas y jurar con el puño cerrado que nunca más volvería a ser tan tonta, Anja supo que esta guerra aunque esté avisada no deja de cobrar muertos. Cuando pensaba en sus padres, le venía a la mente un dibujo a blanco y negro de su libro de catecismo, del ángel Lucifer convirtiéndose en Satanás, mezclado con una colorida planta carnívora que había visto en el jardín botánico.

Luego de tomar literatura en el colegió, remplazó esas imágenes con las de los sanguinarios guerreros griegos entrando a Troya dentro de su ofrenda de paz.  

Cuando pasó a la secundaria, sus compañeros dejaron de llamarla freak por no entenderla y simplemente la consideraban una bitch total. Mientras más creces lo extraño primero se vuelve opuesto y luego sólo se transforma en antagonista. Para ser objetivos, Anja Lamadrid no era más que una fría aprovechadora que le importaba una mierda el resto, a menos que ella quisiera acostarse con ellos. Con esa última parte sus conocidos detractores aparentemente no tenían problema mientras fueran ellos los elegidos. Al menos no era un inconveniente hasta que irónicamente se enamoraban de la bitch. Y era entonces cuando su sistema de defensa se activaba para destruir al intruso. Una vez que el sujeto era convertido a partículas de desilusión y amargura, una nueva oleada de adjetivos, todos sinónimos de puta, coloreaba su fama. Pero para ser objetivos una vez más, a quién le importa caerle simpático a la gente cuando hay que sobrevivir a una pandemia, en la que cada persona existente era un potencial portador del virus. Aunque en palabras de Anja era más bien una asquerosa bacteria come-carne. 

Continua Parte 2

6 comments:

Anonymous said...

Quiero leer la segunda parte antes de seguir opinando.

Pero, admito que una cosa me molesta: Me parece que te estás esforzando innecesariamente. Me has dejado con un sabor un tanto amargo, cosa que no me suelen dejar tu escritos... Todo lo contrario.

Por eso está es la parte 1 de mi opnión. ;-)

Anonymous said...

Quiero leer la segunda parte antes de seguir opinando.

Pero, admito que una cosa me molesta: Me parece que te estás esforzando innecesariamente. Me has dejado con un sabor un tanto amargo, cosa que no me suelen dejar tu escritos... Todo lo contrario.

Por eso está es la parte 1 de mi opinión. ;-)

Khouly Bourage said...

Paciencia. Hay más entregas de este relato para cambiar tu parecer... o acentuarlo.

Anonymous said...

La chica hizo sufrir a los tipos porque no queria ser una victima suicida carne de psiquiatrico como su hermana mayor.los hombres son animales SM o sufren ellos o te lo haran a ti..prefiero que ellos llore a ver los reir gozando perversamente haciendo sufrir a otra"loquita"

Anonymous said...

Les conte que las europeas se pajean con los ahujeros que usan las afghanas para arreglarse los dientes o para revisacion medica ?es como un ahujeros para poner la berga que usan los homosexuales en wc y les hacen mamadas anonimas del otro lado.pondran chiquillos tambien?

Juan Gomez said...

¡Hola a todos! Estoy escribiendo este artículo para apreciar el buen trabajo del Dr. OGALA que me ayudó recientemente a traer de vuelta a mi esposa que me dejó por otro hombre durante los últimos 6 meses. Después de ver un comentario de una mujer en Internet testificando cómo fue ayudada por el DR OGALA. También decidí ponerme en contacto con él para pedirle ayuda porque todo lo que quería era conseguir mi esposa, felicidad y asegurarme de que mi hijo creciera con su madre. Estoy feliz hoy que me ayudó y puedo decir con orgullo que mi esposa ahora está conmigo de nuevo y ahora está enamorada de mí como nunca antes. ¿Necesita ayuda en su relación, como recuperar a su esposo, esposa, novio, novia? Los espectadores que lean mi publicación y necesiten la ayuda del DR OGALA deben comunicarse con él por correo electrónico: (ogalasolutiontemple@gmail.com). También puedes llamar o contacta con él via whatsapp +2348052394128