Un títere es feliz hasta que descubre que su corazón es la mano de otra persona. Pt 2

De pequeña pensó en alejarse de los niños para evitar cualquier tipo de contagio. Le fue bien jugando a la casita sin marido, se sentía relativamente a salvo de sus fobias. Pero eso no evitó que su primer beso llegara a la hora del té cuando una niña hizo un acto de valor y la sorprendió sin darle tiempo a reaccionar. Entró en pánico y la golpeó con su barbie en la boca, pero el daño ya estaba hecho. Sintió como una sustancia viscosa le recorrió el cuerpo directo hacia donde se ubica el corazón. Se estremeció. No era una sensación desagradable en lo absoluto. Pero en seguida le vino la imagen de los troyanos siendo masacrados por los astutos griegos del caballo. Debía pensar rápido si quería sobrevivir. El llanto de la niña la desconcentraba. En un instante de debilidad quiso darle un abrazo para consolarla. Se asustó aún más, la bacteria estaba entrando en su cerebro. De pronto recordó que una vez vio como salvaban a un perro envenenado haciéndolo vomitar. Se concentró en la cosa más asquerosa que pudiera recordar. Imaginó el sabor pasado y crudo de la sopa de bacalao que su abuela le obligaba a comer para que creciera sana. Sintió un alivio inmediato después de vomitar. En esa masa rosada llena de macarrones pudo distinguir como las bacterias se revolcaban, muriendo en contacto con el aire. Juraron volver por ella antes de desaparecer. Debía tener más cuidado con las niñas. Eran unos lindos cachorritos con colmillos de víbora. Le tomó un cierto aprecio a la sopa de bacalao, una sensación de apego como la que Van Helsing  tiene con el ajo.

El sexo para Anja se parecía a jugar a la guija. Un experimento paranormal. Un acercamiento a lo prohibido, para husmear de cerca algo que le asustaba pero que no podía dejar de investigar su naturaleza. Era un terreno peligroso, un limbo que podía abrirse de par en par para hacerla caer directo al infierno. Algunos de sus más cínicos y duros compañeros de cama habían sido reducidos a cenizas justo al lado de ella. «Balas pérdidas de Dios» Auténticos y voraces lobos que terminaban convertidos en corderitos de felpa rosa. La bacteria  los dominaba como títeres.  Se volvían clientes frecuentes de la tienda Hallmark y la habitación de Anja se abarrotaba de cajas de chocolate Bacio. De la nada sacaban un talento oculto como poetas o músicos y Hugh Hefner era remplazado como ícono por Joan Manuel Serrat. Era como ver morir a bravos soldados que compartían su misma causa en el campo de batalla, para luego verlos resucitar convertidos en los entes mutantes a los que antes combatían. La Noche de los Muertos Vivientes. Pero cada cuerpo no caía en vano. Era un recordatorio directo, una lección cruda, sobre el poderío de su enemigo.  

Sin embargo, el sexo no solo constituía un juego de espionaje para ella. Era también  su forma torcida de burlarse del Amor. De provocarlo frente a sus narices y luego escapar con una sonrisa prepotente de la hoz de su arcángel más astuto. Anja buscaba perfeccionar el arte ninja de atacar y escapar sin ser visto. Pero a su vez tenía un interés científico en observar con lupa la evolución de la bacteria en los cuerpos. El proceso de envenenamiento. Así aprendió de las expresiones de sus parejas, de sus gestos, de sus gemidos para luego simularlos. Como si se tratara de un dictado para aprender un idioma nuevo.

La elección de los individuos se había convertido en un proceso de selección natural. Solo los más capaces de sobrevivir a la bacteria le interesaban como sujetos de investigación. Era indiferente al género. Solo le interesaba buscar personas que parecieran invulnerables a enamorarse. 

Aprendió sicología empíricamente. Podría haber dictado una clase magistral de teorías de la personalidad. Aunque como cualquiera que se apoye en el método científico a veces ensayaba y fallaba horriblemente con sus hipótesis, haciendo sentir miserables a personas que eran más débiles de lo que parecían. Daños colaterales. 
El peor caso había resultado con un motoquero diez años mayor a ella. Uno de esos tipos duros que solo aman a su Harley Davidson,  para quien las mujeres solo eran un accesorio con blondor y mini falda de cuero que va colgado del asiento trasero de su moto. Se hacía llamar por todos El Tiroloco. Se enteró de su nombre real cuando solamente un mes después de haberlo conocido cuando firmó con sangre una carta de amor que finalizaba con un: Tuyo para siempre Jaime. Tiroloco escribió tantas cartas sangrientas para Anja que terminó en el hospital al cabo de una semana, esperando que alguien respondiera el llamado de donar sangre tipo AB negativo. Al salir del hospital Tiroloco fue directo a buscar a Anja. Cuando la encontró en la calle junto a un Punk de colorida cresta se abalanzó sobre ellos. Tiroloco volvió esa misma tarde al hospital luego de una cruenta pelea con el Punk, quien irónicamente se convirtió en su compañero de habitación en la sala de emergencia.  

Continua parte 3

2 comments:

Unknown said...

La llegada de la parte 3 está demorada... espero con curiosidad...

Juan Gomez said...

¡Hola a todos! Estoy escribiendo este artículo para apreciar el buen trabajo del Dr. OGALA que me ayudó recientemente a traer de vuelta a mi esposa que me dejó por otro hombre durante los últimos 6 meses. Después de ver un comentario de una mujer en Internet testificando cómo fue ayudada por el DR OGALA. También decidí ponerme en contacto con él para pedirle ayuda porque todo lo que quería era conseguir mi esposa, felicidad y asegurarme de que mi hijo creciera con su madre. Estoy feliz hoy que me ayudó y puedo decir con orgullo que mi esposa ahora está conmigo de nuevo y ahora está enamorada de mí como nunca antes. ¿Necesita ayuda en su relación, como recuperar a su esposo, esposa, novio, novia? Los espectadores que lean mi publicación y necesiten la ayuda del DR OGALA deben comunicarse con él por correo electrónico: (ogalasolutiontemple@gmail.com). También puedes llamar o contacta con él via whatsapp +2348052394128